La semana pasada por 2da. vez, en 3 años, nos llevamos el Tatacúa de Oro en la categoría PR. Y si bien tener un reconocimiento satisface ese punto de vanidad que todos llevamos dentro, más allá del reconocimiento, el que una idea, una estrategia, una conjunción de acciones de comunicación gane un premio, es para mí, una inyección de cultura importante.
Una idea es una tremenda herramienta que nos permite entender la vida de la gente, lo que los motiva y lo que les resulta relevante, tanto como para que nos permitan entrar en sus vidas y ser parte de sus conversaciones.
Eso es lo realmente importante, que las ideas que generamos provoquen algo en la gente, que atrapen, que lleguen, que emocionen y así crezcan, sean compartibles, interesantes y relevantes.
Pero en todo lo expuesto ¿que parte de recibir un premio tiene la dosis de inyección de cultura? La parte de poner el foco en el talento que se encuentra detrás de todos los artificios. La parte de la apuesta de hacer algo distinto, y fundamentalmente, la parte de la inspiración que te da el saber que la gente llego a tu idea de una forma y salió de otra.
Entonces, te suman o no los premios? La respuesta definitivamente es sí, te suman, porque no son el principio ni el fin de nada.
Porque son la muestra de que las genialidades se encuentran en cualquier lugar, sin importar el presupuesto, solo necesitan un puñado de insights, de ganas y de que entendamos el enorme poder que tenemos de influenciar positivamente a la gente y sus vidas, ya sea por algo que las divierta, las emocione o por algo que realmente mejore la forma en que ven el mundo.
En un contexto de cambios constantes, de liquidez permanente, con avances tecnológicos vertiginosos y una democratización absoluta de la información, lo único original e irrepetible es lo humano, lo personal. Y de la mano de lo humano y lo personal vienen las relaciones.
Y es exactamente ahí, en las relaciones, donde nuestras semejanzas nos aproximan y nuestras diferencias nos enriquecen, entregándonos la oportunidad de generar una mejor industria de la que podemos aprender y sobretodo sorprendernos con la tremenda posibilidad de cambiar el mundo, de la mano de una buena idea.