Días pasados, en una conversación que nos encontraba ante la posibilidad de abrir nuevos espacios desde ICON, dos conceptualizaciones resonaban constantemente en mi cabeza: Thinkers y Doers.
¨Tradicionalmente¨ (como todo lo encomillado, tiene el permiso tácito de ser altamente cuestionable) el mundo se encuentra ante la dicotomía de dividirnos en dos grupos Thinkers y Doers.
Thinkers: personas creativas, abiertas a nuevas ideas que mejoran o cambian la forma en que hacemos lo que hacemos. Amantes de la innovación y de las experiencias, geniales para arrancar proyectos.
Doers: actores, personas con una tremenda capacidad de ejecución, la eficiencia y eficacia de sus acciones se anteponen a ellos y son geniales para finalizar proyectos.
Al mirar el átomo me cuesta ponernos de un lado o del otro… porque en esencia todos y cada uno de los que hacemos ICON, fluimos de un lado al otro.
Thinkers-Doers; Doers-Thinkers lo que al final nos da la posibilidad de no tener que elegir, sino de fusionarnos en ambos …Thinkersdoers. Y esto no surge de un lindo juego de palabras, surge de reconocemos dentro un entorno ¨liquido¨ que requiere una flexibilidad inusitada donde de nada vale ser increíbles ejecutando, si nuestras capacidades de observación, de análisis, de estructuración lógica y de amplificación no están presentes. Y a la inversa.
ThinkerDoers.
Por qué cada una de nuestras acciones tiene un objetivo común: crear valor y desde ahí construir una sociedad más creativa.
Por qué de la sinergia de talentos y desde las diferentes miradas surgen oportunidades de colaborar y compartir nuevos retos.
Por qué estamos convencidos que desde la revolución de ideas, que se conectan con oportunidades y expanden sus posibilidades, construimos valor que impacta de forma positiva en nuestro entorno.
Por qué nos fascina pensar,creer, crear, hacer y crecer .
Thinkerdoers, bien lo afirma Honoré de Balzac: ¨No hay nada mas poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento¨ .
Salud por ello!